Lise Meitner

Científica

Lise Meitner
MUJER RESPONSABLE DE LA FISIÓN NUCLEAR          

Nacida en Viena en el año 1878, fue criada por una numerosa familia judía, la tercera de ocho hijos, cuyo padre se licenció como abogado tras la concesión en 1867 de la igualdad cívica para los judíos, Philipp Meitner. Desde que Lise era una niña su padre la motivó junto al resto de sus hijos para que siguiera sus pasos y continuará su formación académica, hecho que nos muestra una vez más la importancia del apoyo por parte de la figura paterna para que una mujer pudiera continuar su desarrollo intelectual en el siglo XX.

En la Austria del siglo XIX, las mujeres podían continuar con su educación hasta cumplir los 14 años de edad, negándoles el derecho legal a poder cursar estudios universitarios. No fue hasta 1897 que esto cambió debido a la falta de profesionales médicos que pudieran atender a las mujeres musulmanas residentes en Bosnia y Herzogovina, hecho crucial para que el gobierno austríaco aprobara la ley que permitiera a las mujeres judías licenciarse en carreras de ciencias y letras.

Es por esto que Lise pudo comenzar sus estudios universitarios en 1901, siendo una de las cuatro mujeres que consiguieron aprobar el “Matura”, el exámen de ingreso a la universidad de aquella época. Ingresó en la Universidad de Viena en el grado de Matemáticas y Física tras haber pasado su adolescencia embaucada por el laboratorio de su instituto.

El plan de estudios de la licenciatura tenía una particularidad: todas las clases las impartía una sola persona, el físico teórico Ludwig Boltzmann. Meitner las calificó, años después, como "lo más hermoso y estimulante que ella había oído". Hacía tan solo cuatro años que las facultades de Austria habían abierto las puertas a las estudiantes femeninas, pero Boltzmann las aceptaba con naturalidad.
En 1905, en sus prácticas de la universidad explicó un experimento realizado por Lor Rayleigh que el británico no conseguía entender, y predijo otros fenómenos. La ampliación de este trabajo le supuso el grado de doctora en 1906. Tras ello, presentó una solicitud para trabajar con Marie Curie en París, pero no tuvo éxito, por lo que trabajó en el instituto de Física Teórica en Viena por las tardes, mientras que por las mañanas impartía clases como profesora en prácticas en una escuela para mujeres.

En junio de 1907 publicó un artículo sobre las partículas alfa en la Physikalische Zeitschrift. Ella había realizado uno de los primeros experimentos que conducirán al átomo nuclear de Rutherford. Pero, a pesar de sus éxitos, una mujer científica en Viena no concedia el futuro al que Lise aspiraba, por lo que, con ayuda económica de sus padres, decidió mudarse a Berlín y continuar sus estudios en radioactividad. 

UNA HISTORIA DE DESPRECIOS Y PENALIDADES, SER MUJER Y JUDÍA

En Berlín tuvo que ganarse la aprobación del profesor Max Planck para poder asistir a sus clases, puesto que en Berlín se continuaba sin permitir acceder a la universidad a las mujeres salvo que tuvieran un talento extraordinario. Comenzó a trabajar en el laboratorio del instituto Kaiser Wilhelm pero este, al no poder aceptar a mujeres, hizo que trabajara en el sótano del antiguo carpintero, entrando a escondidas por una puerta trasera, y debía utilizar los servicios del restaurante que había frente al instituto, incluso se le vetó el poder subir al laboratorio del primer piso para hablar con Otto Hahn, científico con el que colaboraba en sus proyectos.

En 1908 Hahn y Meitner publicaron varios trabajos sobre el actinio. Formaron una pareja muy productiva. La complementariedad de los conocimientos químicos de Hahn y de los físicos de Lise posibilitaba la preparación de muestras, su medición e interpretación de los resultados. Ya ese mismo año publicaron tres artículos importantes a los que siguieron otros seis en 1909.

Pero, a pesar de todo el arduo y exitoso trabajo de Meitner, no se le concedía sueldo alguno por este, realizando todo su trabajo de forma voluntaria, por lo que Lise se veía obligada a vivir gracias a la ayuda económica de sus padres, teniendo como consecuencia que solo pudiera costearse una habitación de una residencia de mujeres sin siquiera cuarto de baño.

En 1912 se construyó el Kaiser-Wilhelm-Institut para física, precedente de los famosos Institutos Max Planck. Recibieron una oferta desigual: ofrecieron a Hahn un puesto de joven científico; para Lise reservaron una colaboración gratuita. 1913 fue un buen año para Lise: Max Planck la nombró la primera ayudante de científico en Prusia y consiguió su primer sueldo, muy por debajo del de Otto. Consiguieron juntos también su primera sección de radioactividad, el laboratorio Hahn-Meitner. 

CIENTIFICA EN LA ALEMANIA NAZI

La primera Guerra Mundial comenzó, y Lise tuvo que ingeniárselas para continuar con su trabajo en el laboratorio, el cual ya no disponía de personal, investigando sobre el uranio, mientras colaboraba en el hospital Lichterfelde como técnica de rayos-X.
En 1917 consiguió la creación del Laboratorio Meitner y, un año después, Otto y Meitner mandaron conjuntamente un artículo sobre el descubrimiento del PROACTINIO, en el que constaba a Hahn como el investigador principal del descubrimiento, a lo cual Meitner tuvo que acceder como forma de agradecimiento hacia Hahn por haberle permitido trabajar con él “a pesar” de ser mujer y como compensación por los años de pérdida de investigación por su permanencia en el frente de guerra.

En 1919 fue la primera mujer que obtuvo la plaza de profesora de universidad, y la Asociación de Química alemana condecoró a Hahn con la medalla Emil Fischer. El tribunal ofreció una copia de la medalla a Meitner pero sin un reconocimiento explícito de su contribución. Lise no dijo nada, simplemente no fue a la ceremonia a recoger su copia.

Gracias al desarrollo de nuevas técnicas, Meitner en esta época detectó por primera vez un positrón (la antipartícula del electrón, que posee la misma masa pero carga opuesta) y avanzó en la comprensión del espectro beta y gamma y las partículas alpha de largo alcance. En 1922 se convirtió en profesora de Física Nuclear Experimental en la Universidad de Berlín, convirtiéndose en la primera mujer profesora de Física en Alemania. 

Desgraciadamente, Hitler llegó al poder en Alemania, comenzando así la persecución de los judíos. A pesar de ser no-aria, Lise pudo continuar su trabajo en el laboratorio, pero se le privó del título de profesora. Observaba como, poco a poco, se iba marginando a sus colegas científicos debido a su origen étnico (Frizt Haber fue expulsado de su laboratorio como si fuese un insecto). Sus colegas arios se indignaban en privado, pero no reaccionaban públicamente. Tanto Planck, como Heisenberg y Hahn no estaban cómodos con la situación, pero calculaban que los nazis pronto se volverían más responsables. Meitner recibió en esta época una oferta de trabajo de su amigo Niels Bohr en Copenhague, pero Planck la convenció para que no dejara Berlín ya que su laboratorio la necesitaba.

Pero a finales de 1938 Lise tuvo que abandonar Alemania, forzada por las Leyes de Núremberg del Gobierno de la Alemania nazi,y fue expulsada de su investigación. Tras varios dias sin saber que hacer, recibió invitaciones de sus amigos del extranjero, pero el gobierno Alemán se percató de ello y le quitó el pasaporte y le prohibió viajar. Cuando Hahn, Planck, entre otros se enteraron de esto, ayudaron a Lise a salir del país, saliendo clandestinamente en 1939 en un tren hacia Holanda.
Sin dinero, sola y asustada estuvo esperando meses a que alguna universidad le ofreciera trabajo. Finalmente, se traladó al instituto de Manna Seigbahn ubicado en Suecia. Pero allí lejos de encontrar hospitalidad se encontró con un profesor que le puso todos los obstáculos posibles a su investigación. Tenía el sueldo más bajo del instituto, no se la permitía tener estudiantes (de hecho se sugería a los estudiantes no hablar con ella) y por supuesto le dieron muy pocos recursos para construir un nuevo laboratorio experimental. Pese a todo, como pudo Lise reemprendió sus investigaciones. 

NOBEL NO RECONOCIDO Y DESVINCULACIÓN CON BOMBA ATÓMICA.

Hahn contrató a un nuevo ayudante, Otto Fritz Strassmann, para continuar el trabajo iniciado por Lise. A pesar de la distancia, la correspondencia entre Lise y Hahn fue muy fluida, y se reunieron varias veces fuera de Alemania para debatir resultados y decidir nuevos experimentos. Fritz Strassmann valoró a Lise como el líder intelectual del grupo y comprobó que Otto sin ella se sentía perdido.

Con la contribución de Meitner, Otto Hahn y Fritz Strassmann produjeron el primer ejemplo de la fisión nuclear creada por personas, aunque no se dieron cuenta de lo logrado hasta que ella supo interpretar los resultados.El artículo fue publicado por Hahn en 1939 en la revista Nature, omitiendo por completo el nombre de Meitner, alegando que el régimen nazi no le habría dejado incluir una autora judía. El descubrimiento de la fisión nuclear lanzó a la carrera a todos los científicos americanos. A pesar de que a Lise le molestó su exclusión en la publicación experimental, mantuvo su relación con Otto y contestó muy amablemente a todas sus dudas, que ya no eran meramente académicas porque en 1939 Hahn pasó, en secreto, a formar parte de una sección militar.

En 1942 se le ofreció a Meitner participar en un grupo internacional de investigación para conseguir una bomba atómica y terminar con el régimen nazi. A pesar de que le hubiera supuesto una oportunidad para trasladarse desde Suecia a EE. UU., dejar ese laboratorio que no la quería y trabajar mano a mano con los grandes cerebros de la época, no aceptó. Dejó sus razones bien claras: no quiso tener nada que ver con una bomba. Ningún otro científico rehusó la oferta.

A finales de 1944 se le concedió el premio Nobel de química a Otto Hahn. Nadie comprendió por qué habiendo sido nominados los dos juntos en 1939 ahora se le concedía únicamente a él. La única explicación fue la afiliación al comité de Siegbahn, el director de su laboratorio, que una vez más hizo científicamente la vida imposible a Lise, aunque nunca se supo si por celos profesionales, prejuicios machistas o ambas.
Tras finalizar la Guerra, en 1946 Meitner viajó a EE. UU. para ver a su familia y fue recibida con todos los honores, nombrada como la mujer del año. El premio se lo entregó el presidente Truman. Se desató tal furor que le llegó una propuesta desde Hollywood para una película, que ella no aceptó por “no tener sentido nada de lo que ahí se contaba”.

En 1947 Otto Hahn recogió el Nobel y no mencionó en absoluto los treinta años de colaboración que pasó junto a Lise. Este fue un duro golpe para ella, y distanció a los dos científicos para siempre. Lise fue entonces consciente de que jamás podría volver a Alemania, que se sentía incapaz de reconocer el país que una vez fue su hogar. Al terminar la guerra, tampoco sus antiguos compañeros trataron de hablar con ella o sugerirla que volviera, a pesar de conocer su precaria situación en Suecia.

En 1966 Hahn, Meitner y Strassman recibieron el famoso premio Enrico Fermi. A pesar de que Otto Hahn intentó que Meitner no recibiera tal reconocimiento, Strassman no lo permitió. En su honor también se llamó Meitnerio al elemento químico 109.

En 1960 se trasladó a Cambridge para estar cerca de su familia y falleció en 1968 a sus 90 años. 

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